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Bomba de agua centrífuga - Características generales

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Una bomba de agua centrífuga puede parecer una máquina sencilla pero en realidad se trata de una herramienta bastante sofisticada que es capaz de transformar la energía impulsora, ya sea eléctrica o mecánica, en energía cinética, a fin de desplazar el líquido, no sólo en sentido horizontal sino también vertical.

Una bomba centrífuga se compone, básicamente, de los siguientes elementos:

Inductor o estator: motor.
Carcasa: cuerpo de la bomba.
Cojinete: soporte y guía del eje de la bomba.
Entrehierro: espacio libre entre el rotor y el estator.
Rotor, turbina o impulsor: parte móvil de la bomba compuesta por álabes radiales que imprimen la energía cinética al líquido.
Sello mecánico: elemento de cierre entre los componentes estáticos y dinámicos de la bomba.

El éxito de las bombas centrífugas se debe a que su diseño es simple pero eficaz: el líquido que llega al impulsor es lanzado mediante la fuerza centrífuga hacia la periferia del cuerpo de la bomba, para luego expulsarlo fuera de la misma. Conectándolas a un motor asincrónico, es posible proporcionar un caudal constante o variable de líquido, según la velocidad con que el motor impulse la turbina.

Gracias a que presentan una construcción robusta, durable y económica, las bombas centrífugas suelen ser requeridas en toda clase de ambientes como el domiciliario, comercial, agropecuario e industrial. Por supuesto, resultan igualmente útiles para bombear agua limpia o sucia, líquidos livianos como el gasoil o pesados como el ácido sulfúrico.